La responsabilidad del administrador de una sociedad

Oct 6, 2023

El administrador de una sociedad es la persona encargada de dirigir y gestionar las operaciones y decisiones clave de la empresa, asegurando el cumplimiento de objetivos y responsabilidades legales. Su función abarca desde la planificación estratégica hasta la supervisión de recursos y relaciones comerciales.

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    Dada la importancia de su papel, es fundamental examinar minuciosamente la responsabilidad que recae sobre él en la sociedad. Su capacidad para influir y tomar decisiones implica una considerable carga de responsabilidad, ya que sus acciones pueden tener un impacto significativo en el rumbo y el éxito de la empresa.

     

    ¿Qué responsabilidad tiene un administrador de una sociedad limitada?

    La posición de garante que ostenta el administrador va más allá de la mera gestión. Esto abarca desde prevenir la contaminación medioambiental hasta garantizar la seguridad y bienestar de los trabajadores, evitando así situaciones potencialmente peligrosas o dañinas.

    La Ley de Sociedades de Capital establece tres tipos de responsabilidad para los administradores por los daños causados por actos contrarios a la ley o incumplimiento en los deberes del desempeño de su cargo.

    a) La Responsabilidad social, para reparar los daños sobre el patrimonio de la sociedad.

    b) La responsabilidad individual, para los supuestos en que resulte afectado el patrimonio de un socio o de un tercero.

    c) La responsabilidad por deudas de la sociedad. Esta última se centra en el incumplimiento de la obligación de disolver la sociedad según lo establecido por la Ley. La responsabilidad del administrador por deudas de la sociedad surge cuando no se solicita la disolución o el concurso de acreedores en la forma establecida por la ley.

    El administrador de una sociedad tiene una serie de responsabilidades en relación con las deudas de la empresa. Estas responsabilidades pueden variar según la estructura legal de la sociedad, pero en términos generales, podemos señalar las siguientes:

    • El administrador debe llevar a cabo una gestión financiera prudente y responsable para garantizar la solvencia de la empresa y evitar el endeudamiento irresponsable de la misma.
    • Un aspecto crucial es el de mantener los registros financieros de forma precisa y actualizada, incluyendo transacciones y estados financieros. Se requiere una comunicación clara y transparente con los órganos de gobierno, socios y acreedores sobre la situación financiera, especialmente en momentos de crisis.
    • En caso de insolvencia, el administrador debe tomar medidas para maximizar el valor de los activos y cumplir con las deudas pendientes. Es obligatorio el cumplimiento de todas las obligaciones legales y fiscales, incluyendo impuestos y requisitos regulatorios.
    • Finalmente, como parte de esta responsabilidad, está prohibido utilizar los recursos de la empresa en beneficio propio o de terceros, perjudicando así los intereses de los acreedores. Por esta razón, todas las decisiones deben ser tomadas considerando el interés superior de la sociedad y sus acreedores.

     

    La responsabilidad de un administrador único

    El administrador único es el máximo responsable de la sociedad, designado por la Junta General y registrado públicamente en el Registro Mercantil. Aunque sus funciones están definidas en los estatutos, la gestión y responsabilidad recae fundamentalmente en él. El capítulo V de la Ley de Sociedades de Capital especifica sus obligaciones y responsabilidades.

    El administrador único asume responsabilidades en distintos ámbitos. En el mercantil, cuando la empresa es declarada culpable en un concurso de acreedores y también debe asumir la responsabilidad por los perjuicios causados a los socios.

    En el ámbito laboral, el administrador único debe responder ante la Tesorería General de la Seguridad Social en caso de incumplimiento en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social. El administrador único es responsable solidario en términos de responsabilidad civil cuando la infracción resulta directamente de su acción u omisión. Debe notificar a la Junta General en dos meses para convocar la disolución o, en su ausencia, solicitarla en la vía judicial.

    En el ámbito fiscal, el administrador único puede ser personalmente responsable por las deudas tributarias de la sociedad ante Hacienda en caso de infracción. Esta responsabilidad puede ser solidaria si participó directamente en la infracción, o subsidiaria si fue por negligencia en el cumplimiento de las obligaciones tributarias.

    Además, en términos de responsabilidad penal, a los administradores únicos se les pueden imponer penas de prisión y multas si cometen o permiten la comisión de un delito, incluso si solo tuvieron conocimiento de ello y no tomaron las medidas debidas.

     

    ¿Cuándo prescribe la responsabilidad de un administrador?

    La acción de responsabilidad contra los administradores, sea social o individual, prescribirá a los cuatro años a contar desde el día en que hubiera podido ejercitarse.

    Es decir, el plazo de prescripción es el mismo, tanto la acción social como la individual, así como la responsabilidad por deudas.

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